2509-06
“El fetichismo legal y la trampa de la obediencia ciega”
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La ley es instrumento, no dogma. Está hecha para servir a las personas, no para aplastarlas. En contextos autoritarios o tecnocráticos, se impone una visión donde lo legal reemplaza a lo justo. Pero una República ética no se construye solo con normas, sino con humanidad. La política no puede abdicar su responsabilidad ética escudándose en el cumplimiento formal. Cuando la norma deja de estar al servicio del bien común y se convierte en fin en sí misma, nace el abuso burocrático, la trampa legal, la coartada del poder. Gobernar es discernir, no simplemente aplicar. Es tener el coraje de usar la ley para liberar, no para oprimir.
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“¿La ley para el pueblo o el pueblo para la ley?”
En muchos gobiernos se esconde la injusticia bajo el disfraz de legalidad. Se reprime protestas porque “hay un decreto”; se niega una ayuda social porque “la norma no lo permite”; se posterga una solución porque “no está contemplado en el procedimiento”. Y así, el Estado se transforma en verdugo silencioso. Pero la ley no fue hecha para impedir la vida. Fue hecha para protegerla. El buen político no es el que aplica la norma ciegamente, sino el que interpreta su espíritu. No hay ética sin criterio. No hay justicia sin humanidad. El país no necesita más burócratas de la norma. Necesita líderes de lo justo.
| La otra cara |
“La trampa legal como excusa para la inacción”
En Perú se ha institucionalizado una forma de crueldad legal. Se vuelve común escuchar: “no podemos ayudar porque la norma lo impide”, “no es competencia de esta oficina”, “no está presupuestado”. Todo legal, todo formal… pero nada humano. La norma se vuelve pared. Ya no protege, ahora aísla. El resultado es indignación social, frustración popular y desafección democrática. Si seguimos usando las leyes para justificar lo inaceptable, terminaremos perdiendo no solo legitimidad, sino sentido de Estado. Gobernar es tener coraje para adaptar, cambiar o incluso desobedecer normas injustas. Porque gobernar es servir, no escudarse
“No todo lo legal es justo”
En nombre de la ley se han cometido injusticias, se han perpetuado privilegios y se ha callado al pueblo. Porque hay leyes malas. Y hay normas que deben romperse. No todo lo que está en un reglamento es moral. Hay momentos en que la política debe asumir el riesgo de decidir por lo justo, no solo por lo permitido. Ser líder es no esconderse detrás de los códigos, sino mirar a los ojos a quien sufre y decir: “vamos a cambiar esto, aunque sea difícil”. El Perú necesita justicia viva, no letra muerta.
AFORISMOS
1. Cuando la ley se vuelve más importante que el hombre, el poder se ha desviado de su fin.
2. Gobernar es interpretar la ley a favor del pueblo, no en su contra.
3. La ley es el medio, la justicia es el fin.
4. Un Estado justo no aplica normas a ciegas: las humaniza.
5. Lo legal sin lo ético es autoritarismo encubierto.
PROPUESTAS
• Revisión ética de normas administrativas que impiden respuestas sociales urgentes.
• Creación de mecanismos de flexibilidad legal ante situaciones de emergencia o vulnerabilidad.
• Capacitación a funcionarios públicos en discernimiento ético y justicia contextual.
• Inclusión del principio pro persona como eje transversal de toda interpretación normativa.
• Reformulación del enfoque legalista del Estado hacia uno más garantista y humano.