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2507-25: No es para servirse: el poder que renuncia a privilegios y abraza el sacrificio

2507-25

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La política está plagada de pedidos encubiertos. Posiciones, cargos, asientos a la derecha y a la izquierda del poder. Pero el verdadero liderazgo no es trono ni privilegio: es entrega. No se mide por la cercanía a la cúpula, sino por la capacidad de asumir la copa del sacrificio. En una sociedad marcada por el oportunismo, el liderazgo ético exige renunciar al título para abrazar la misión, rehusar el estatus para asumir el servicio. El poder, en su mejor versión, no está para aplastar ni dominar, sino para elevar al otro. La grandeza política comienza donde termina el cálculo personal. Y sólo quien está dispuesto a servir puede reclamar autoridad. Lo demás… es puro teatro institucional.



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" Ningún asiento vale más que el pueblo de pie."


El que quiera ser el primero… que se arrodille: la revolución del liderazgo-servicio

En cada elección, campaña o designación, se acercan muchos a pedir algo. “Uno a tu derecha, otro a tu izquierda…” Y lo hacen disfrazados de vocación, pero motivados por ambición. Piden cargos, ministerios, embajadas, liderazgos… pero no quieren cargar con la copa del sacrificio. Y cuando la política se vuelve privilegio en vez de carga ética, todo se pudre. La república se degrada. El Estado se corrompe. Porque donde todos quieren sentarse, nadie quiere levantarse a servir. Por eso el liderazgo verdadero no se hereda ni se exige: se prueba. No en la cumbre, sino en la entrega. No en la foto, sino en la copa amarga del servicio. Hoy, el Perú no necesita más favoritos del poder. Necesita servidores sin trono que abracen la misión sin miedo y sin cálculo.


| La otra cara |

El poder como botín: la decadencia de la política clientelar


Muchos ven en el poder una oportunidad. Para ubicarse. Para retribuir favores. Para subir al trono. Pero pocos entienden que la política no es un asiento a la derecha del jefe, sino una cruz que hay que cargar. Por eso hay tanta decepción: porque se vota por servidores y se obtiene señores. Se espera humildad y se recibe soberbia. El Perú no cambiará mientras el acceso al poder siga siendo interpretado como premio y no como responsabilidad de sacrificio.


La copa no se negocia: servir no es opción, es obligación


Cuando se pregunta si se puede beber la copa, la respuesta política ética no puede ser un “sí” ligero. Porque servir significa exponerse, sacrificarse, agotarse por el bien común. Y solo quien ha asumido eso sin romanticismo ni cálculo merece liderazgo. Quien quiere figurar pero no sufrir, está fuera de lugar. El que quiere figurar pero no servir, está fuera del tiempo. Y el que quiere mandar sin arrodillarse, está fuera de la historia.


AFORISMOS

1. El que quiere gobernar sin servir, ya perdió su derecho a dirigir.

2. No se entra al poder para sentarse, sino para levantarse por los demás.

3. Servir no es mérito: es base del liderazgo.

4. El liderazgo que no se sacrifica, se degrada.

5. La copa del poder ético se bebe en silencio, no se exhibe.

6. El trono no te hace grande: la entrega sí.

7. El Estado no es herencia ni trofeo: es deber y renuncia.

8. La autoridad que no sirve, oprime.

9. Ningún asiento vale más que el pueblo de pie.

10. Si no estás dispuesto a arrodillarte, no mereces ser llamado líder.


PROPUESTAS


• Reformar los criterios de designación pública incorporando méritos de servicio probado y no favores políticos.

• Establecer un juramento de “servicio incondicional” como requisito previo a la asunción de altos cargos.

• Crear el “Índice Nacional de Liderazgo Ético” basado en servicio efectivo y no visibilidad mediática.

• Impulsar una campaña nacional: “El poder es para servir, no para sentarse”.

• Introducir programas de formación para nuevos líderes que incluyan prácticas comunitarias obligatorias como parte del acceso al ejercicio público.