Ir al contenido

2507-13: La ética del cuidado: política que no pasa de largo

2507-13

----------------------------------------------------

En un país fracturado por la desigualdad, la violencia y el desprecio cotidiano, la política debe volver a su raíz ética: cuidar. El problema no es que no veamos al herido, sino que hemos normalizado pasar de largo. El funcionario técnico, el político con toga o banda, el militante ideologizado… todos tienen justificaciones para no involucrarse. Pero el cambio no lo trae quien observa, sino quien se detiene. El Perú no necesita más discursos sobre derechos humanos, necesita una práctica decidida del cuidado del otro, aunque no sea de los nuestros, aunque no vote como nosotros, aunque venga del bando contrario. La política del siglo XXI se definirá no por sus eslóganes, sino por su capacidad de actuar donde nadie quiere ensuciarse las manos.



----------------------------------------------------


"No hay poder legítimo sin compasión activa."


Del pasivismo al compromiso: política que se arrodilla para sanar

Había un herido en el camino. Y pasaron los expertos, los autorizados, los líderes religiosos. Todos lo vieron, pero ninguno se detuvo. Tenían agenda, justificaciones, prioridades. Hasta que vino un samaritano, es decir, un otro impensado. Y no lo pensó dos veces. Se bajó del caballo. Se ensució las manos. Puso su dinero. Alteró su rumbo. Eso es liderazgo. Eso es ética pública. La pregunta no es a qué partido perteneces, sino cuántos heridos has atendido en tu paso por el poder. Hoy el Perú necesita políticos que no pasen de largo. Que no calculen cada gesto. Que no tercericen el dolor. La grandeza no está en los diplomas ni en los cargos, sino en la capacidad de inclinarse ante la herida ajena y convertirla en causa común.


| La otra cara |

El Perú herido por políticos que no se detienen


Basta recorrer las regiones del país para ver el rostro del hombre asaltado y dejado medio muerto en la ruta del abandono: niños con anemia, madres sin acceso a salud, agricultores sin agua, jóvenes sin escuela ni empleo. Y cada elección pasa un nuevo sacerdote, un nuevo levita, con buenas intenciones y promesas. Pero nadie se detiene. Nadie se involucra. Nadie carga al país en su cabalgadura. La política peruana ha normalizado el olvido como estrategia. Y ese olvido nos desangra.


No es tu pueblo, es tu prójimo: la nueva política que sana


El samaritano no era del partido del herido. No era de su comunidad. Ni siquiera compartía su fe. Pero actuó. Y esa acción lo volvió prójimo. Hoy la política necesita menos identidades cerradas y más proximidad valiente. No se trata de representar solo a los tuyos, sino de servir incluso a los que te desprecian. Esa es la ética que transforma. No la que busca votos, sino la que busca justicia. No la que pasa de largo, sino la que para, cura y camina junto.


AFORISMOS

1. No basta con ver la herida, hay que detenerse, acercarse y actuar, aunque cueste.

2. La política no se mide en votos, sino en vidas restauradas.

3. El que pasa de largo, aunque lo justifique, traiciona el mandato de servir.

4. Ser prójimo es decidirse a actuar por el otro, aunque no te lo pida.

5. No hay poder legítimo sin compasión activa.

6. El nuevo liderazgo no es el que mira desde arriba, es el que se arrodilla para ayudar.

7. El Perú sangra menos por sus enemigos que por la indiferencia de sus líderes.

8. No es tu ideología la que te define, es tu capacidad de cuidar.

9. El samaritano no hizo política. Hizo justicia.

10. Pasar de largo es lo más cobarde que puede hacer un político frente al dolor.


PROPUESTAS


• Crear un “Sistema Nacional de Atención al Ciudadano Vulnerable” con enfoque territorial.

• Implementar una “Red de Políticas del Cuidado” en cada región, con presupuesto y liderazgo descentralizado.

• Reforzar mecanismos de seguimiento ciudadano para asegurar atención efectiva en salud, educación y justicia social.

• Capacitar a todos los funcionarios públicos en “ética del cuidado y servicio”, desde alcaldes hasta ministros.

• Reformar el sistema de asignación presupuestal para priorizar zonas y sectores históricamente olvidados.