2506-14

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En política, la palabra no es adorno: es contrato. Cuando un líder habla, el país escucha. Y si traiciona esa confianza, el daño no es solo político: es moral. En tiempos donde el relativismo ha contaminado la verdad, se necesita con urgencia una cultura del sí que sea sí, y del no que sea no. El ciudadano ya no cree porque el político ha hecho de la mentira una estrategia. Pero sin verdad, no hay autoridad legítima. No se puede construir gobernabilidad desde la manipulación. Quien no honra su palabra, destruye la confianza, y sin confianza, no hay país que se sostenga.

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" La ambigüedad es la coartada del cobarde."

“Habla claro o cállate”

La verdad no necesita adornos. Ni promesas infladas. Ni medias verdades disfrazadas de tecnicismos. En política, la palabra es una promesa pública. Y cuando se miente, se rompe mucho más que una frase: se fractura el alma de la nación.

El Perú ha sido herido más por las mentiras oficiales que por los fracasos reales. Se mintió sobre la pobreza. Se mintió sobre la justicia. Se mintió sobre la educación. Y se sigue mintiendo, como si el pueblo fuera amnésico.

Pero el pueblo no olvida. Solo se cansa. Por eso hoy, hablar claro es revolucionario. Cumplir lo que se dice, es heroico. Y callar cuando no se tiene verdad, es un acto de dignidad.

“Mentir en política no es estrategia, es traición”

El político que se escuda en ambigüedades, que juega con el doble sentido, que dice lo que conviene hoy aunque contradiga lo que dijo ayer, está cometiendo un crimen de confianza.

La mentira repetida no se vuelve verdad. Y el poder construido sobre la falsedad siempre termina cayendo. El Perú necesita líderes que hablen con verdad, no con cálculo.

“La verdad no se negocia”

La nueva política no puede tolerar más juegos verbales, más medias verdades, más silencios cómplices. O decimos lo que es, o mejor no hablamos.

Porque cuando la palabra recobra su valor, el país recupera su norte. Hablar con verdad es más difícil. Pero es la única forma de gobernar sin traicionar.

AFORISMOS

1. La palabra es el primer acto de poder.

2. Quien miente para llegar, mentirá para quedarse.

3. El político sin verdad es un actor, no un líder.

4. Hablar claro no es brutalidad, es respeto.

5. La ambigüedad es la coartada del cobarde.

6. Una sola mentira destruye mil verdades.

7. El país no necesita discursos, necesita palabra honrada.

8. El que promete sin intención de cumplir, ya traicionó.

9. El poder sin verdad es dictadura disfrazada.

10. Si no puedes decir la verdad, no mereces el micrófono.

PROPUESTAS

• Crear una “Carta de Veracidad Pública” donde cada candidato firme bajo juramento sus promesas medibles y auditables.

• Reformar la Ley Electoral para permitir revocatoria ética por incumplimiento sistemático de compromisos públicos.

• Establecer un índice nacional de coherencia discursiva, supervisado por organismos de ética, que mida la consistencia del discurso político en el tiempo.

• Incluir en los currículos escolares y de formación política la educación en integridad discursiva y responsabilidad pública de la palabra.