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2506-12: Reconciliar es gobernar: sin justicia restaurativa no hay nación posible

2506-12

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Un país no se gobierna solo desde el escritorio o el Congreso, sino desde la capacidad de reconciliar. Donde hay odios sin sanar, habrá violencia sin fin. Donde no hay justicia restaurativa, el resentimiento sustituye a la institucionalidad. Gobernar no es solo administrar bienes: es restablecer vínculos rotos. En el Perú, donde las heridas sociales, políticas y culturales siguen abiertas, urge una nueva ética pública del perdón, sin impunidad, pero con humanidad. El verdadero liderazgo es aquel que no alimenta el conflicto, sino que construye puentes. El político que sabe pedir perdón y ofrecer reparación digna, está mucho más cerca de refundar la nación que quien se cree infalible.




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"Gobernar también es pedir perdón."


“No es política si no sana”

Gobernar entre resentimientos es condenar a un pueblo a vivir de espaldas a su futuro. Y eso es lo que viene pasando en el Perú: generaciones enteras atadas a heridas no reconocidas, errores no asumidos y afrentas no resueltas.

La política no puede ser trinchera eterna. Debe ser espacio de reparación, no de revancha. La grandeza de un país empieza cuando quienes lo dirigen se atreven a reconciliar, sin miedo a parecer débiles, sin soberbia para negar sus faltas.

No hay paz sin verdad. Pero tampoco sin perdón. Y no hay perdón sin humildad. La justicia que restaura es más política que todas las leyes que se promulgan sin alma.





| La otra cara |

“El país no avanza porque no se ha reconciliado”


No es casual que cada crisis política en el Perú resucite odios del pasado. Seguimos cargando cuentas pendientes que nadie ha querido enfrentar. Se confunde justicia con venganza. Y se banaliza el perdón, como si fuera debilidad.

Mientras no haya reconocimiento de errores históricos, pedidos públicos de perdón y reparación real, seguiremos girando en círculos. Ningún gobierno será legítimo si no aprende a sanar antes que a mandar.


“No hay liderazgo sin humildad”


El político que no pide perdón demuestra que su liderazgo está cimentado en el ego. Pero el que se humilla para sanar, tiene autoridad moral. No se trata de retroceder, sino de reparar.

Solo desde la reconciliación se puede construir futuro. Porque lo que no se cura, se repite. Y lo que se calla, envenena.


AFORISMOS

1. Gobernar también es pedir perdón.

2. El país no necesita más confrontaciones: necesita curación.

3. El político que no reconcilia, divide para reinar.

4. La paz no se decreta, se construye desde la verdad y la humildad.

5. No hay liderazgo sin la valentía de sanar.

6. Perdonar no es olvidar, es liberar al país del odio.

7. La justicia sin reparación es solo condena.

8. No hay patria posible sin reconciliación profunda.

9. El que gobierna con resentimiento, solo siembra ruina.

10. Sanar el país es más urgente que gobernarlo.


PROPUESTAS


• Crear un Consejo Nacional de Reconciliación y Reparación Democrática, autónomo, con capacidad para impulsar justicia restaurativa en conflictos históricos.

• Incluir como obligación del Estado pedidos institucionales de perdón frente a errores del pasado (corrupción, represión, abandono).

• Desarrollar una política educativa de memoria cívica que forme en verdad, reparación y cultura del perdón con justicia.

• Establecer programas de diálogo territorial entre comunidades históricamente enfrentadas o marginadas, facilitados por mediadores éticos capacitados.