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2503-17: La política de la misericordia: cuando el poder deja de ser venganza

2503-17

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En el Perú, el poder ha sido utilizado históricamente como herramienta de venganza. Cada nuevo gobierno abre expedientes no por justicia, sino por ajuste de cuentas. Cada transición es una cacería. Esa es la verdadera enfermedad de nuestra política. Un país que quiere sanar necesita líderes con memoria, pero sin odio. Con justicia, pero con misericordia. Porque el poder que perdona es más fuerte que el poder que destruye.

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"La verdadera justicia es sin odio."

Perdonar desde el poder: el arte de no gobernar para vengarse

En la política peruana, el poder suele convertirse en una herramienta de ajuste de cuentas. Quien gana, persigue. Quien pierde, espera su turno para devolver el golpe. Y así, el país entero queda atrapado en un círculo vicioso de vendettas disfrazadas de justicia. Gobernar se confunde con castigar.


Pero el verdadero poder no es venganza, es justicia con misericordia. La autoridad que gobierna pensando en el bien común, no en saldar cuentas personales, es la que realmente transforma un país. Perdonar desde el poder no es debilidad, es grandeza. Porque el poder que no perdona, solo administra resentimientos.


Un Estado que aprende a perdonar —sin olvidar y sin ser cómplice— es un Estado que madura. Porque gobernar con odio enferma al país. Gobernar con misericordia lo libera.



| La otra cara |

La venganza como política de Estado


Desde hace décadas, la política peruana es una danza de venganzas. Cada cambio de gobierno implica perseguir a los del régimen anterior, no para buscar justicia real, sino para cobrarse viejas facturas. Esa dinámica no es justicia, es vendetta institucional.


Cuando el poder se convierte en arma personal, deja de ser servicio público. Y en un país donde cada nuevo gobierno usa el Estado para destruir a sus adversarios, la gobernabilidad es un espejismo. Sin misericordia, la política es guerra disfrazada de democracia.



La misericordia política: el poder que sana


La misericordia política no es impunidad. Es la capacidad de distinguir entre la justicia necesaria y la venganza innecesaria. Es gobernar pensando en el pueblo, no en los enemigos. Es entender que un presidente no es un verdugo, es un constructor de futuro.


La verdadera política no persigue personas, corrige sistemas. No busca humillar al derrotado, busca dignificar al país. Gobernar con misericordia es entender que nadie puede construir un futuro digno con las manos llenas de resentimiento.


AFORISMOS

1. Gobernar no es vengarse, es sanar.

2. El poder que persigue es poder pequeño.

3. La verdadera justicia es sin odio.

4. Un líder que no perdona es esclavo de su pasado.

5. La política vengativa destruye naciones.

6. Perdonar desde el poder es gobernar desde el alma.

7. El Estado no es un arma personal.

8. Justicia sin misericordia es venganza disfrazada.

9. Solo los líderes grandes saben perdonar.

10. El odio en el poder es una bomba de tiempo.


PROPUESTAS


  • Crear un Código de Justicia y Misericordia Política, que establezca límites claros entre la lucha anticorrupción y la persecución política.
  • Instaurar una Comisión Permanente de Reconciliación Política, integrada por sociedad civil y académicos, para promover un clima de diálogo post-electoral.
  • Promover una Ley de Transición con Dignidad, que regule el trato hacia gobiernos salientes, evitando abusos de poder y garantizando investigaciones objetivas.
  • Crear una Escuela Nacional de Ética Política, donde se forme a futuros líderes en una cultura de poder al servicio y no de venganza.
  • Desarrollar el Observatorio de Justicia y Venganza Política, que evalúe cada gobierno en función a su respeto por la dignidad de sus adversarios.