CADE 2025 D06
“No basta crecer en cifras; hay que crecer en propósito".
El Perú ha demostrado que puede crecer, pero no que sabe sostener su crecimiento. Las cifras macroeconómicas son el espejo brillante de una estructura social resquebrajada. El problema no es económico, es político y moral: el país no tiene un modelo de crecimiento con propósito, sino una economía de sobrevivencia que no logra transformar productividad en prosperidad. La riqueza se concentra, el talento migra, y la confianza se erosiona. Un nuevo pacto económico debe unir eficiencia con ética: un Estado que habilite, un mercado que compita, y una ciudadanía que confíe. Crecer no es acumular capital, sino multiplicar oportunidades con integridad y mérito.
“El país que crece sin elevarse”
El Perú ha sido un buen alumno del crecimiento y un mal estudiante del desarrollo.
Ha aprendido a atraer inversión, pero no a distribuir oportunidades.
Ha exportado minerales, pero no confianza.
Ha crecido en producto bruto, pero no en propósito moral.
Durante dos décadas, el crecimiento fue una ola; la política, un lastre.
La economía avanzó por inercia, y el Estado se especializó en administrar trámites, no en construir futuro.
El crecimiento sin instituciones se convierte en espejismo: deslumbra, pero no sostiene.
Y el progreso sin ética se vuelve elitista: excluye a los que más lo necesitan y desmoraliza a los que cumplen.
Crecer ya no basta.
Hay que elevarse: en productividad, en integridad, en visión de país.
El capital más valioso no es el financiero, sino el de confianza.
El liderazgo económico del futuro no será el del empresario poderoso, sino el del ciudadano productivo.
“El verdadero crecimiento no se mide en cifras, sino en la esperanza que deja al final del día.” — JFT
| La otra cara |
“La economía del privilegio”
El Perú vive atrapado entre dos modelos igual de fallidos:
uno, el Estado paternalista que gasta sin medir;
el otro, el mercado corporativo que acumula sin compartir.
Ambos se justifican con ideologías distintas, pero producen el mismo resultado: desigualdad funcional.
Mientras tanto, la informalidad se convierte en refugio de millones y el mérito deja de ser el camino para ascender.
No es casualidad que los jóvenes desconfíen de la política y de la economía por igual:
saben que los sistemas están capturados, no diseñados para servirles.
La economía peruana no necesita más subsidios ni nuevos impuestos.
Necesita algo más profundo: coherencia moral.
Un Estado que premie el cumplimiento y sancione el privilegio, sin mirar el tamaño del contribuyente.
“La economía del mérito”
La nueva economía peruana debe fundarse en un principio simple:
el que cumple prospera, el que miente cae, y el que innova lidera.
Esa es la economía del mérito: donde la formalidad no es un castigo, sino una ventaja.
Donde los impuestos no se sienten como pérdida, sino como inversión en país.
Donde la empresa compite por calidad, no por contactos.
La prosperidad será sostenible cuando deje de depender del precio del cobre y empiece a depender del valor de la palabra.
Porque en una nación que cumple, la productividad se convierte en moral colectiva.
AFORISMOS
1. El crecimiento sin propósito es un espejismo estadístico.
2. El progreso sin ética es solo expansión del ego.
3. La economía del futuro se medirá en confianza, no en PBI.
4. El Estado que habilita produce más que el que reparte.
5. El mérito es la política social más justa que existe.
PROPUESTAS
1. Plan Nacional de Productividad Ética (2025–2030)
- Incentivos tributarios y financieros a empresas con resultados medibles en productividad y cumplimiento laboral.
- Auditorías éticas con publicación de indicadores ESG y transparencia fiscal.
2. Reforma integral del sistema de promoción empresarial
- Sustituir subsidios discrecionales por fondos competitivos de innovación y digitalización.
- Mecanismos de “bono de mérito” a micro y pequeñas empresas formalizadas.
3. Consejo Nacional de Competitividad y Empleo Formal
- Coordinación tripartita (Estado, empresa, academia) para elevar productividad laboral y capacitación técnica dual.
4. Programa de Simplificación Fiscal y Recaudación Inteligente
- Sistema tributario digital único, con retención automática y devolución rápida.
- Reducción de regímenes paralelos y predictibilidad tributaria por cinco años.
5. Reforma de gasto público orientada a resultados
- Presupuestos por desempeño y evaluación ciudadana anual de inversión pública.
- Penalidades a proyectos sin metas cumplidas o con sobrecostos injustificados.