CADE 2025 D15
"El liderazgo no se mide por cuántos siguen, sino por cuántos se elevan junto a ti¨
Los bloques preelectorales son el reflejo más inmediato de la madurez democrática de un país. En el Perú, la fragmentación política no es síntoma de diversidad, sino de descomposición. Las alianzas se construyen sobre desconfianza y las precandidaturas sobre marketing. Se confunde pluralidad con dispersión, competencia con vanidad. Las coaliciones nacen sin principios comunes ni ruta de Estado, y mueren antes de las urnas. La política se volvió reactiva: los precandidatos no representan proyectos, representan resistencias. Un bloque preelectoral debería ser una comunidad de propósito, no una suma de intereses. La república necesita precandidatos que comprendan que la unidad no se decreta: se inspira.
“El país de los bloques sin alma”
El Perú vive en campaña perpetua.
Cada elección anticipa una tormenta de nombres, logos y promesas.
Todos dicen representar al pueblo, pero pocos representan una visión.
Los bloques preelectorales se forman como alianzas tácticas, no como compromisos de país.
Son acuerdos de sobrevivencia política: se unen para pasar la valla, no para transformar el sistema.
La ciudadanía observa con escepticismo, y no le falta razón.
Ha aprendido que detrás de cada coalición improvisada suele haber cálculo, no convicción.
Y que el poder sin propósito termina repitiendo la historia que dice combatir.
La verdadera política no consiste en sumar votos, sino en multiplicar confianza.
Los precandidatos no deberían competir por encuestas, sino por coherencia.
El liderazgo ético no divide: organiza la esperanza.
“La unidad sin propósito es ruido; el propósito sin unidad, es utopía.” — JFT
| La otra cara |
“El bloque del cálculo”
La política peruana se ha convertido en un ajedrez donde las piezas se mueven sin tablero.
Las alianzas cambian según encuestas, no según ideas.
El discurso público es moralista; la negociación privada, mercantil.
Los precandidatos buscan espacios, no consensos; votos, no causas.
Y así se repite el ciclo: coaliciones que nacen fuertes en titulares y mueren débiles en la práctica.
El país no necesita más bloques electorales, sino bloques morales.
La alianza más revolucionaria sería aquella que reúna honestos, no oportunistas.
“El bloque del propósito”
La política preelectoral puede recuperar su sentido si se funda en tres valores:
coherencia, servicio y visión compartida.
Coherencia: el líder debe representar lo que defiende, incluso cuando no conviene.
Servicio: el precandidato debe recordar que el poder es medio, no fin.
Visión compartida: la unidad no se impone, se construye desde el respeto y la convicción.
Un bloque con propósito no busca votos; construye destino.
Y el país que aprende a elegir por visión, no por rostro, empieza a madurar como república.
“No hay unión verdadera sin un sueño común.” — JFT
AFORISMOS
1. El bloque sin alma dura menos que la promesa que lo fundó.
2. Las alianzas del miedo terminan siendo alianzas del fracaso.
3. La unidad no se decreta: se demuestra.
4. Un precandidato sin propósito es una biografía inconclusa.
5. La política que no inspira, solo administra decepciones.
PROPUESTAS
1. Ley de Democracia Interna y Transparencia Pre-electoral
- Obligación de publicar las bases ideológicas y plan de gobierno conjunto de cada bloque o coalición antes de su inscripción.
- Supervisión ciudadana y sanción por incumplimiento.
2. Consejo Nacional de Ética Política (CONEP)
- Evaluación pública de precandidatos en base a trayectoria, transparencia patrimonial y coherencia programática.
- Panel ciudadano con facultades de calificación moral no vinculante, pero de alto impacto reputacional.
3. Registro Nacional de Alianzas con Propósito (RENAP)
- Base de datos pública que exige declaración conjunta de metas de Estado verificables por cada bloque preelectoral.
4. Código de Conducta Electoral Obligatorio
- Compromiso firmado por todos los precandidatos de no recurrir a desinformación, clientelismo ni financiamiento irregular.
5. Foro de Unidad Democrática 2026
- Espacio de debate nacional obligatorio entre precandidatos para definir coincidencias de visión país y compromisos institucionales mínimos.